
- Bueno, nos vamos a tomar la merienda.
- Por qué?
... Cómo que por qué? Podría darles muchas razones, desde las puramente nutritivo-biológicas hasta las evidentes de carácter autoritario. "Pasa derechito pal comedor", "Porque yo te lo digo", etc. El tema es que las respuestas carecen de importancia. Lo grandioso de este asunto es que a esta edad y en este país ya han comprendido que todo es discutible o por lo menos es su derecho el plantear la discusión.
La relación padres-hijos ha cambiado mucho en 25 años y la sociedad ha influido en esta relación de la manera que ha querido, y lo que ha querido es que la discusión y la razón prebalezcan frente a la confianza en el otro. Creo que este es el origen de estas discusiones diarias, que no tenemos tanta confianza en el otro. Seguimos confiando que el conductor del metro me va a llevar a mi estación sin chocar, que en los restaurantes no me van a dar comida que me siente mal o que el que conduce por el otro carril no va a invadir el mío... pero amigo de vigo, cuando se trata de otro homínido, mi enemigo (como dice Punset) el otro, el que nos encara y nos dice lo que tenemos que hacer, la cosa cambia. La confianza cambia. Tenemos que asegurarnos de que lo que nos dicen que hagamos es por nuestro bien.
Así que tengo que currarme más la confianza con algunos de mis alumnos para que no les quepa la menor duda de que mis instrucciones son buenas para ellos. Si pensabais que me iba a quemar con la estructura social actual estábais equivocados. Mea culpa, asumo mi condición de burro ignorante y trabajaré para acercarme más a estos personajes con los que estoy unas cinco horas al día. Por vosotros!
Hamburguesas de patata con tubos de carne
6 patatas medianas
200g de queso de cabra
una cucharada de harina
500gr de carne picada
3 cabezas de ajo
3 cucharadas de salsa de pimienta (Texas smoke house)
3 tomates (en caso que Paco cene en tu casa hay que tener una alternativa por si sigue con su dieta de no comer carbohidratos y preparar una ensaladita)
Una copa de Chateau du Juge Cadillac, 2005, claro, para el cocinero
50gr de jalapeños
un cuarto de cebolla
Aceite
vinagre
Sal
Pimienta
Como ayer me pase todo el tiempo antes de la cena haciendo la lasaña vamos a ver un rato la tele con los niños y aprovechamos para pelar las patatas. Cogemos un rallador y las convertimos en hebras . Añadimos la harina y el queso de cabra desmenuzado. Sal, pimienta y lo revolvemos todo. Se formará una pastramada (como diría Zalo) con la que podremos hacer unas hamburgesas de más o menos un puñado de masa.
Subimos para estar otro rato con los niños.
Al bajar a la cocina formamos las hamburguesas y ponemos una sartén al fuego con mantequilla. Colocamos las hamburguesas cuando esté caliente y como le llevará un ratito (20min dando 4 o 5 vueltas) preparamos la carne picada mezclandola con sal, la salsa de pimienta, pimienta y el ajo. Con esta mesa vamos a hacer unos tubos de unos 5cm de diámetro y 10 de largo.
Los freimos en otra sartén con mantequilla y listo.
Sólo queda la ensalada con el tomate, la cebolla y los jalapeños para Paquito.
En fin, que curiosidades de la vida o influencia del inconsciente. Paco se quejaba hoy de que no me veía desde hace tiempo y justo, vino a cenar a casa y a jugar con los niños. Una fantástica velada y un avance hacia los 15 post.
Besitos para todos!
...camiseta que todavía tengo, retirada en mi armario como la de Patrick Ewing
ResponderEliminaren el Madison Square Garden y sin una bolita, y tan vieja,... 22 años que debe tener. THE DUCADOS TEAM, soy un sentimental.
Una gran receta la de hoy, nada disociada, pero muy apetitosa, la prepararé algún día. Y me apunto a lo de dar más confianza a nuestros "enemigos" los homínidos a ver si algún día conseguimos llevarnos un poquito bien. Más mea culpa y menos mear fuera del tiesto, (que opusina la frasecita).... Bicos a la family.
Confianza sí, pero nunca ciega, que no nos hemos caído de un guindo esta mañana. Aunque con mucha razón, pienso que la cuestión está más en el respeto que en la confianza.
ResponderEliminarSe te pinza la fresa, corazon! Pero, me molas!
ResponderEliminarPepote
Que bien que empiezan las discusiones! Sinceramente Rosi, creo que te despeñaste del guindo. El cariño, la cercanía y la confianza son las bases (entre otras y más) que establecen el respeto que el otro te otorga. Vamos que te lo dan y para eso tienes que tú dar primero. El que no siente que te aprecia no va a sentir que te tiene que respetar. A menos que sea la policía y ahí a veces se confunde el respeto con el miedo a la represión o castigo. Así que como yo estoy seguro que no eres una profesora terminator y que te ganas el respeto de tus alumnos, seguro que les das mucho y por eso tienes su respeto.
ResponderEliminarBesitos!
Sergio
Cuando muestras respeto por el otro es que eres capaz de ponerte en su lugar y por tanto estás en disposición de entender lo que siente, lo que piensa. Desde el respeto a esa individualidad que nos hace a todos diferentes es donde nace la confianza y mucho mejor aún, la complicidad. La cercanía y el cariño es algo que viene detrás de ese respeto, y nunca delante.
ResponderEliminarPor mucho que me quieran, pueden imponerme cosas "por mi bien" y no me estarían respetando. Cómo, entonces iba yo a confiar?
Podrían sentirse muy próximos a mí y sin embargo estar a mil años luz de mi "universo".
Primero tendrás que conocerme, y respetarme tal y como soy, y entonces será cuando empieces a saber que yo confío en tí, porque me habrás demostrado que merece la pena confiar.
Pues bien, mi querido Sergio, lo mismo pasa con los nanos... Y es aquí donde los que nos dedicamos a esto tenemos que sacar nuestras grandes dotes de negociadores, para hacerles comprender lo importante que es ver las cosas con los ojos del otro.
Por supuesto que no creo que el castigo o la represión sean la mejor forma de ganarse la confianza de nadie, pero tampoco creo que la mejor forma sea el cariño. Porque por mucho que me quieras si tratas de imponerme algo "por mi bien", sin tener en cuenta mis intereses o mis inquietudes, como soy realmente, entonces... malo, malo...
Por eso confianza sí, pero nunca ciega.
Vamos por partes. No suena mal tu artículo pero la base teórica está muy anticuada. Empecemos por lo de "ponerte en tu lugar". Espero que sepas que el desarrollo de la empatía empieza a los 5 años (digo en función de los estudios que vienen de estos que utilizan la palabra "nano", ya sabes, de los departamentos de neuro-psico-pedagogía de Barcelona y Girona). Sin cariño ni confianza no hay respeto, puedes creer otra cosa pero las creencias mejor para el púlpito. ya nos costó que nos reconocieran como ciencia pa andar ahora predicando. La palabra imposición no se puede conjugar en la misma frase que "educación". Tus alumnos no tienen que conocerte como eres porque tampoco es algo que nadie te pide a ti, ni tú misma. Lo de respetarte dependerá de lo que seas capaz o quieras dar. Aunque en la profesión el rol de adulto controlador hace que uno parta de un falso respeto que no es mas que la materialización de un tipo de autoridad que el puesto de docente implica (el jefe vamos). Osea que tus alumnos confían en ti porque te conocen y respetan? y quien te dijo a ti que están interesados en conocerte y respetarte? Tendrás que demostrar primero que vale la pena, no? O porque les saques 3 cabezas y 40 kilos ya tienen que estar interesados en ti? Mucho hay que dar para recibir aunque en la arrogancia del docente está el que es el otro el que tiene que interesarte por ti por el hecho de ser más grande. En fin, que no hay dar nada por dado por ser profesor, hay que demostrar que eres una persona que quieres a esos personajillos antes que exigirles que te tengan respeto y estén interesados por ti.
ResponderEliminarPor eso si les das confianza da igual si tiene ojos o no, ya les marcarás los límites cuando haga falta. Sin el amor al otro no hay educación de calidad. El respeto viene casi regalado si la premisa anterior se cumple. Activas mi cerebro tía, un besazo!
Noooooooo! A estas alturas creo que no nos vamos a desmontar de la burra ninguno de los dos, pero es siempre un placer escucharte (o leerte). Como nos queremos y confiamos el uno en el otro, respetémonos y dejémonos de argumentar contra el otro (ASÍ GANAS TÚ)O al revés, ya que somos capaces de respetarnos, veamos con cariño al otro y confiemos en que esto no siga enredándose (ASÍ GANO YO)...
ResponderEliminarDejémoslo en tablas y guardémonos las réplicas para uno mismo.
Justo, tu los has dicho, te respeto porque te quiero si no no tendría ninguna necesidad ni motivo para hacerlo. En fin, un placer como siempre Rosiña! Besos!
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