
Los Louro se van de finde a la Villa! No es que sea como un capítulo de los Osbourne pero casi. Se tardan unos años en sentir cosquillas en la barriga cuando uno se encuentra con sus padres y hermana para realizar alguna actividad "extra familiar". Más allá de la cena de Navidad, Fin de años, cumpleaños diversos, días del padre y/o madre, en fin, estas obligaciones inherentes al formar parte de la célula de la sociedad moderna (Siniestro Total).
De una banda de viejos marisabidillos, causantes de todos los males, arrogantes, prejuiciosos (o debería decir prejuisiosos, porque la verdad es que es palabro de telenovela venezolana) esa alianza del mal que tiene como objetivo fastidiar la vida del pobre adolescente sobre el que gobiernan. De ese rol tan carnicero y lúgubre en el que uno los encasilla, en cuestión de años los solemos (y digo solemos, porque otros los mantienen ahí) ubicar en otro espacio.
Qué deciros de la hermana imbécil, la cual todo hace mal, envidiosa, ignorante, con mal gusto que camina por la vida para que nos riamos de ella con nuestros amigos. Lo mejor que le puede pasar es que pasemos de ella y no se convierta en objetivo principal de iras ajenas.
Si todo va bien, dicen los especialistas en la materia, es decir, si lo anteriormente relatado se cumple y ese odio, indiferencia y mala leche se materializa en la edad que se espera (13-18). Entonces, pasada esa época sentiremos las cosquillas en la barriga de las que os hablaba.
El viernes Los Louro se encontrarán en Madrid para estar dos días de fiesta, y cuando os digo Los Louro me refiero a un fantástico padre, divertido, tierno e irracionalmente encantador. A una maravillosa madre, capaz, coherente, divertida y cariñosa y a una hermana, independiente, divertida, interesante y con ganas de comerse el mundo para que se le reconozca su valía como mujer, persona y homínida.
Así que quedaros con estos adjetivos que son los que a día de hoy tienen vigencia en mi corazón y cerebro y deseadnos suerte en el Casino de Torrelodones.
Besitos
Casino de Torrelodones, familia Louro, la villa, cosquillas en la barriga... madre mía, Sabina habría escrito una canción hit parade con menos adjetivos que los que tu utilizaste en tu penúltimo párrafo. Pero en fi, que decirte si estás entusiasmado como el niño que espera a los reyes despierto pero el sueño le vence sentado en la puerta de su habitación entreabierta.
ResponderEliminarYo aún no tengo de esos encuentros y mira que soy casi algunos meses mayor que tú. Te envidio, sí, te envidio, pero de esa envidia que dicen sana pero que no tiene nada de sana, sino que es envidiosa y ciega. Pero me alegro, eso también, porque uno puede ser muy envidioso pero también muy tierno y buen amigo. Para que luego digan que uno no puede ser incoherente desde un aspecto positivo.
Yo soy, de esos otros, que siempre quieren organizar cosas familiares y que se desvive preparando los regalos sorpresa, poniendo la mesa con los mejores menajes, que llama todos los santos, todos los cumpleaños, todos las fiestas... y luego se queda un poco "chof" cuando descubre que sólo era uno el que estaba super-mega-entusiasmado y que los demás se limitan a decir: "no hacía falta", ah! "y gracias". Pero no pienses, ahí sigo, llamando, preparando, organizando... como si nada de eso fuese conmigo y el factor sorpresa fuese a cambiar a mis parientas.
Un beso y que te lo pases muy bien.