martes, 7 de abril de 2009

Pollo a la barbacoa


Así como la primavera puede estar hasta las narices del corte inglés, los alérgicos añoran el recién terminado invierno, los pajaritos se preparan para la cópula y los niños dejan las capas de ropa que han llevado durante este tiempo, los suecos, saludan a la primavera como se merece. Se reunen en la zona vieja, a la orilla del agua y toman el sol en un acto colectivo de bienvenida que se repite cada año.

Ayer los vi desde el metro y pensé que tenía que compartir esta imagen con todos vosotros. Para los que la vivís como yo cada año puede que os siga haciendo la misma gracia que siempre. Para los neófitos de la antropología sueca deciros que este es el símbolo de la entra da de la primavera en Estocolmo. Algo que llevamos esperando 6 interminables meses y que nos recuerda que ver la luz es posible. Aunque la oscuridad nos invade durante muchos días, la vida en forma de sol y cielo azul ha llegado para quedarse.

Ciertamente podéis leer la nostalgia en mis palabras, el caso es que todo túnel tiene su final (puesto que es inherente a su naturaleza de túnel) y el final de la oscuridad da paso a la alegría y a la tranquilidad de la primavera, al nacer al resurgir. Vamos, que ya ponen las terracitas para tomarse las garimbas asándonos al sol que, para los incrédulos quema también en esta parte del mundo.

Vuelven los sudores, las cremas, la poca ropa, la arena, las toallas, los parques apestados de gente, el olor a carbón quemándose, los niños por todos lados... en resumen jóvenes, que para un gallego, 2 días de sol y calor son más que suficientes para querer volver a encerrarse en la cueva al mismo tiempo que mi Miquel añora su Barcelona soleada.

Pollo a la barbacoa

Pechugas de pollo
Jamón serrano
Salsa barbacoa
Tortelini frescos

Cortamos las pechugas a la mitad y enrollamos el jamón en ellas. Las untamos con salsa barbacoa y las pasamos por la plancha. Cuando casi están hechas cocemos la pasta y la servimos con las pechugas aún calientes. Simple y sabroso.
Besitos!

1 comentario:

  1. Ay amigo!!! esta primavera que llama a la puerta y parece que nadie le acaba de abrir, la dejamos asomarse por la ventana pero tenemos las cortinas echadas... en fin, que si, que ya llega, pero viene como el AVE, lentamente y con socavones por el camino de nubes, vientos y tormentas. Hasta que no has escrito que echo de menos mi Barcelona soleada no he sido consciente plenamente... se me nota?, lo dicen mis ojos?, mis gestos incontrolables???... lo que si tengo que decir, en favor de esta primavera tímida y casi pueril escandinava, es que me ha hecho disfrutar muchísimo más de esos días de sol que te calienta la cara mientras sigues con el abrigo abrochado hasta arriba.

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